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La
Colorterapia es una técnica muy antigua que se
basa en la armonía de los tonos en los alimentos. Su objetivo es mejorar
nuestra salud física y mental. Se ha rescatado del saber de
culturas milenarias como la egipcia, la persa, la china o la
precolombina. En China se desarrolló la teoría de
los cinco elementos y su medicina se basaba en el color de la piel de
los pacientes. También en Persia, los médicos creían
en las propiedades del color para la salud humana y muchos curaban con
piedras preciosas.
Grandes pensadores como
Pitágoras, Platón, Aristóteles, Francis Bacón, Isaac Newton, o Albert
Einstein demostraron la
influencia de los colores sobre nuestra psique. La influencia de los
colores en las personas es ya un hecho demostrado que se aplica a muchos
ámbitos de la vida. Quizás el más evidente sea la decoración de
interiores, donde se trata de combinar los tonos en armonía, del mismo modo, los
colores de las comidas pueden influir en nuestro estado de ánimo, en el
apetito o en la estimulación del sueño, entre otras cosas.
Diversos
estudios médicos han confirmado la influencia de los colores en la
salud, por lo que, cada vez más, la Colorterapia se usa como complemento
de la medicina tradicional. El planteamiento de la Colorterapia es muy
lógico: si se afirma, por ejemplo, que el color rojo equivale a
vitalidad, es porque los alimentos con este matiz proporcionan antioxidantes, el verde se asocia a calma
y bienestar porque los alimentos de este color contienen fibra. Y si en
las teorías del diseño los tonos fríos calman y los
cálidos estimulan, lo mismo ocurre con la
Colorterapia.
Rojo: productos como fresas,
frambuesas, cerezas, legumbres rojas, tomates, pimientos rojos, té rojo o
vino tinto nos aporta vitamina C, eleva la presión sanguínea y mejora
la respiración. Los alimentos rojos aumentan
la actividad mental y ayudan a lograr un estado de optimismo.
Naranja: en este grupo se encuentran las zanahorias,
mandarinas, naranjas, lentejas, maíz, calabaza, etc. Los alimentos naranjas estimulan
el intelecto, la pasión y la vitalidad, también
atribuyen propiedades relacionadas con la alegría, la creatividad y las
facultades sexuales. Ricos en vitaminas A, B y
C, y antioxidantes.
Amarillo: los plátanos, limones, maíz, piña, vino
blanco, etc. Asociado a la
energía y el entusiasmo, a la emotividad y la
agudeza mental. Su riqueza en hidratos de carbono, en potasio, magnesio,
hierro y vitaminas C y B1, les hace ideales para reponer fuerzas.
Verde: alimentos como peras, uvas, pimientos
verdes, ciruelas, acelgas, espinacas, zumos de aloe vera, tofu, semillas
de calabaza. Es el
color de la curación, la calma y la seguridad. Los alimentos verdes
contribuyen a la mejora del sueño, del apetito y a la relajación,
gracias a su aporte de fibra.
Púrpura o azulados: los alimentos
púrpura como la uva, higo, berenjena, repollo rojo, entre otros,
contienen ácido elágico que neutraliza las sustancias cancerígenas
previniendo diferentes tipos de cáncer y ayuda a retrasar el
envejecimiento.
Marrones: las fibras, las
vitaminas del complejo B y E se encuentran en las
nueces, avellanas, castañas y cereales como el trigo, arroz, centeno,
pan y fideos. Mejoran el funcionamiento del intestino,
combate ansiedades y depresiones, previenen cáncer y enfermedades
cardiovasculares.
Blancos: Leche, queso, coliflor,
papa, banana, arroz, etc., son las mejores fuentes de calcio y potasio
que contribuyen en la formación y la manutención de los huesos, ayudan a
la regulación de los latidos cardiacos y son fundamentales para el
funcionamiento del sistema nervioso y de los músculos.